IDA…
La tarde se marchó sin poder abrazar a la mañana y en su triste partida, se fue a soñar en la noche lo que depara la vida, entre sus sueños, aligeró sus pensamientos llegando a comprender que la mañana y la noche eran sus hermanas, es decir trillizas, su padre el día, su abuelo el mes, su bisabuelo el año, su tatarabuelo el siglo; sumó sus pensamientos y dijo, en verdad ¿cuál será la generación del tiempo?
Crece la inquietud de escribir el porqué de tantas cosas, el leer quizás no es para educarnos, sino para conocer algunas cosas, sin ninguna obligación que decore como los títulos en una pared, sino un título bien acogido como ser humano, con un conocimiento extenso de lo que representa la vida; ser parte de la humanidad y para la humanidad.
Difícil comprender y deducir, para escribir la variedad de temas, pero hoy llegó a mi pensamiento esto que plasmo en este escrito y que por algún motivo tiene un destino; asumo con franqueza lo delicado de expresar, pero no puedo dejar prisionero estos pensamientos que a gritos me piden y exigen libertad y pronunciamiento…
Emigdio Rodríguez Silva.
Venezuela.
