Soledad.
En este oscuro cuarto, mis ojos ya no miran, existo en la penumbra que mi vista me permite alcanzar.
En épocas de antaño el dialogar y reunirse con las amistades daban valor a nuestro trabajo diario, los más letrados tenían puestos de médicos, abogados y contadores, y la demás gente tenderos, diarieros, lustra botas, granjeros, pescadores; aunque entre todos estos oficios y profesiones no exista una relación laboral clara, todos pertenecíamos a una sociedad que se respetaba. Sin embargo hoy es distinto, totalmente opuesto a ese entonces, los jóvenes y jovencitas no le dan el asiento a los adultos mayores, me da la impresión, que piensan y sienten que jamás envejecerán
He vivido empujones en las micros y metros y de vez en cuando me han dicho, “muévete de aquí viejo tal por cual”, en ocasiones he llorado camino a casa, “¿por qué la vida me puso viejo?”…
En la salud pública, cuántas horas he tenido que esperar para recibir atención por un dolor, que a mi enemigo no se lo daría. Y ¡me recetan paracetamol!, “para eso, lo compro en el almacén del barrio y ¡así evito la larga espera en el hospital!”
Con mi pensión he tenido que salir a trabajar a diario, horas de recorrer en micro, volver en la tarde cansado, sin ánimo, mi compañera hace dos años, la fui a dejar en su última morada. ¡Quisiera ya descansar! Miro hacia mi lado y hay otras personas, que viven en peores condiciones, son los adultos mayores en situación de calle.
A las autoridades les solicito, ¡escuchen a este viejo!, pónganse una mano en el corazón y la otra en el bolsillo, no sean tacaños. Cada adulto mayor ha dado su vida por su patria de otra forma, ninguno de ustedes hubiesen sido educados o tendrían la cultura que tienen hoy día los países.
Los adultos mayores hemos formado y construido naciones, ahora nos miran como un estorbo.
Muchos profesionales dicen que el Covid-19 se diseñó para eliminar los que no son productivos para la sociedad, por el gasto que genera, A.M., sin embargo Dios les envío un recordatorio: “no juegues a ser todopoderoso, porque la propia naturaleza se encargará de fortalecer lo que has creado”.
Divago mientras miro la televisión dormitando, el día de mañana traerá sus ventajas y adversidades.
“Por mi parte volveré al trabajo cuando amanezca.”
Cerrando sus ojos el anciano, se ha quedado profundamente dormido….
René Julio Milla Auger.