PLACIDEZ
Me muero por tu ojos cada día, que no encuentro en el camino y la infelicidad es lo que no sé controlar, pienso en ti y lloro, miro hacia atrás y lloro, dejo caer mi vida al abismo de un puente y lloro, prendo una vela de las más antiguas y mis lágrimas recorren el rostro y lloro…
Pienso, perderme en tu sonrisa que viaja en otro túnel del tiempo que no conozco
y además, no tengo visión de lo que nunca he conocido y está dentro de ti, ¡“Hembra”!…
Por eso mi amor tienes una belleza única, me enseñaste tu poesía y la vivo dentro de mi cada día…
Tu compañía me hace crecer para ser tu cómplice cada día vida mía, en la mañana cuando amanezco y no siento tu aroma de sábanas nocturnas sudadas, me levanto como un desposeído buscándote a mi alrededor y tu apareces mágica en la puerta, con mi camisa y una bandeja de uvas, frutos secos, y delicias para decirme buenos días, aroma de café con leche y tostadas con mantequilla…
–¡Y yo buscando como desesperado por que, no te encontré en mi alcoba!
Gracias por existir Vannessa
René Julio Milla Auger.