BEBO PARA OLVIDAR.
Deambulé por bares de mala muerte,
donde cada sorbo de vino
es como un puñal de olvido,
en cada mesón yacía mi rostro
tratando de ahogar el dolor,
tratar de olvidar esa mirada
donde se enamoró la traición;
pero al mirar a través del vaso
tu rostro seguía nadando en su color.
Muchas noches dormité en cada puerta
donde creí estar a salvo de ti,
cada vez que llegaba la sobriedad
ahí estabas, como un sol, frente a mí.
Bebí todos los vinos para olvidarte
y quitar la imagen de la traición,
creí que borrarme del mundo era la solución,
pero el dolor era más fuerte
porque te veía en cada rincón.
Pasó el tiempo y ya no bebo
el sol me trajo un nuevo amor
ya no estás en el baúl de mis recuerdos
te dejé atrapada en una botella de licor.
Aquiles Ríos Parra.