MI CIUDAD ES TU CUERPO.
Es tu voz:
alegoría de pájaros en la alameda,
parlanchinas nubecillas van de rama en rama,
olas de alas, bailan al atardecer
en el cielo azul de Durango.
Eres la plaza de armas peinada de cocuyos
en las fiestas de mi ciudad.
Sus fuentes de colores
surten de tu hipogastrio estrellas.
¿Tus cumbres? Torres catedral,
erguidas al cielo donde la monja espera
con sus pechos dulces de almendra
relicarios en fuga.
¿Y tus caderas? Son la calle Florida
suben y bajan como el amor
hasta tu vientre plano: La Cuarto Centenario.
Calles de piel morena, férrea de cerro Mercado,
el parque y Los Remedios
desde ahora se llamarán Monte de Venus.
De ahí desciendo
para llegar al centro del universo… Universidad;
Alma Mater donde germina tu esencia de mujer paloma.
Mi ciudad; eres tú.
Rafael Ortiz Erzeños.