A TI MUJER
Mi vida hoy no levantes de la cama, déjame servirte, te he traído el desayuno, tostadas, mantequilla, mermelada, quesos y frutas, un juguito. Mereces descansar y que te relajes, por lo menos hoy…
Trabajas de lunes a viernes, sobre esos largos tacones, al final del día tienes que poner los pies en el balde con agua cuando llegas a casa, ves que los niños hicieron un ciclón jugando con el Boby…
Cuando tú llegas al hogar, voy partiendo a mi trabajo, poco nos vemos, sacando a nuestra familia adelante, pero tú más que nadie, trabajas por todos, ordenando a los niños, las cosas de la casa, mis cosas, aunque después “nos tires las orejas”, te amo de todas maneras…
Hoy no salgas de las sábanas, los niños y yo haremos las cosas. En tu cotidiano vivir haces esto y mucho más por nosotros. Prepararemos algo rico para el almuerzo, después, te podríamos invitar al cine o a caminar al parque, donde tú prefieras.
Más que una mujer y madre, eres mi compañera, y sin ti no podría vivir.
Y si no quieres salir, tengamos una tarde con los niños en familia y comiendo jalea, helado y palomitas en casa.
Sigue descansando Katalina, te avisamos a la hora de almorzar.
Ya niños, vamos, dejemos a la mamá que duerma otro rato….
René Julio Milla Auger.