Reflexión: Niñez

NIÑEZ.

Una hermosa canción en nuestros corazones, escuchando como fue nuestra niñez, sin embargo ahora miramos alejados, con la sola idea, de ser adultos. Y olvidarnos de lo que realmente se debe proteger.

Niñez, con tus pasos angelicales me llevas

“por el entorno de ojitos maravillosos, que me miran, para poder jugar con ellos, en mi infancia, déjame volar a tu lado”,

que necesito decirte:

Esas mejillas sonrojadas que nacen en el primer suspiro de un aliento contenido, que al exhalar tus pulmones por primera vez, se siente la vida dentro de la vida, alejándote de mi fértil regazo y de calor protector, del vientre de tu madre para siempre….

Y yo necesito agradecerte:

Aprender a caminar, mis primeros pasos, mis primeras caídas, raspones, tirones de orejas, ¡ja, ja, ja! Mi niñez fue maravillosa, rodeada de arco iris y picaflores, que pintaron mi imaginación, esos lagos azules y ríos turquesas en donde me di mis primeros baños, gritando desde un cordel amarrado a un árbol “¡Aaaaaaah!” ¡Ja, ja, ja, ja!, y me sumergía en el agua y todo nuestros amigos disfrutando una bella tarde de verano bajo los sauces llorones. Niñez, andando en bicicleta, con la brisa cálida, solo con el pantaloncito corto y la camiseta, o época fría con tus ojos lagrimeando y arropado hasta, lo único que no podía tapar, mi vista, ¡ja, ja, ja, ja!, como fuera la estación del año, fue un disfrute, ir al colegio, donde te enseñaban muchas cosas sobre todo hacer palotes, “//////”, jugar con mis compañeros y amigos a la pelota, o al pillarse con las compañeras, íbamos todos juntos a tomar leche, con galletas que nos daba la señora Clarita.

Niñez, gracias madre por haberme dado el don de vivir y haber sido niño…..

Pero me duele el corazón, ese sentimiento comprimido que no podría decir que es el mejor, muchos tuvimos niñeces hermosas, sin embargo y ¿los pequeños que fueron nuestros pares, los demás niños? Tal vez no tendría por qué preocuparme, ya soy grande, medianamente, pero no dejo de pensar al saber, ese pie cercenado por una esquirla, y el napalm que deformó un angelical rostro.

“Dormir abrazado con mi hermano, bajo el frio páramo, solos, protegidos por la oscuridad de la noche, llorando y rezando, caminando en ocasiones por el campo helado para que no nos pillen los soldados, protegiendo, a la única persona que me ha dejado mi niñez, mi hermano, porque vienen los tanques y nos dispararían cual si fuésemos conejos; mi hermanito, no sé cuánto aguantará, pero mientras yo esté a su lado, no importando que tenga siete años, mi hermano es mi familia y no quiero que me separen de él, prefiero morir junto a él”…

Al otro lado, en la punta de la península, llegan los niños, por un futuro mejor, ya que en su patria no se les ha brindado la mejor niñez. Para atravesar a mejores aguas, existe un pago y ese se hace, con el comercio sexual de la menor y para retenerlas por largo tiempo, entregan esos servicios a bajos costo, para que la niña nunca pueda pagar su pasaje al otro lado de ese extremo de nuestro planeta, a una vida todavía incierta.

Ser niño es difícil, en donde el agua es el tesoro más preciado que puede existir, siendo que otros la gastan en abundancia, sin aprender que el recurso natural se agota, el desafió de la niñez hasta en Rumania se vuelve realidad y es complejo, en contra de una raza, Gitanos, que ha sido siempre discriminada por su historial nómada, en el mundo entero, eso es niñez, por la discriminación…

Entonces, quién mejor que nosotros al ser gestores del cambio de lo que es la verdadera niñez, luchar por lo que es válido, los hombres grandes vamos para viejos, dejemos infancia y espacio a la niñez. No le demos combustible para que se vuelvan adictos y de esta manera ganar mucho dinero intoxicándolos y exterminándolos con derivados del combustible, ¡No importando, si mueren niños total hay muchos, en esta situación, en el país!

Niñez, mira a tu alrededor, niñez, nuestro futuro, hay que guiarlos y apoyarlos, ir en contra de todo lo que dañe a la infancia, de ahí parte una niñez sana sin ataduras, combinar el trabajo con labores de “comunícate con tu hijo”, es necesario el aprendizaje que tú le brindas.

Apoyar a los niños, que el día de mañana tengan un hermoso recuerdo, de ese hermoso momento de su vida, que no sea simbólico hagamos algo, porque nos concierne más de lo que uno ve en realidad….

«Niñez, sonrisa de niños, alegrías, con sus maravillosas risas que brindan en el hogar.»

Rene Julio Milla Auger

Leave Comment